Cambiemos alcanzó el 40,7% de los votos a nivel nacional

Nacionales
23/10/2017 760 vistas

Cambiemos consolidó ayer un contundente triunfo a nivel nacional y, con el 40,7% de los votos, amplió su base electoral en casi cinco puntos respecto de las PASO de agosto. La alianza del Gobierno, que en la antesala de los comicios se fijó una meta de 40 puntos, superó sus aspiraciones. Pudo revertir los resultados de las primarias en cinco provincias y dio batacazos en distritos históricamente gobernados por el PJ.

En terreno bonaerense y tras una campaña marcada por la polarización, el Gobierno le ganó la batalla final a Cristina Kirchner . Esa victoria, además de avivar la prédica del agotamiento kirchnerista, podría reacomodar los liderazgos en el arco opositor.

Ayer, el 76,3% de los electores habilitados para votar se acercó a las urnas, un 4% más que el 13 de agosto. Cuando estaban escrutadas el 97,1% de las mesas, el oficialismo sumaba nueve senadores y 21 diputados para el Congreso, y se imponía en 13 provincias. Pudo consolidarse en ocho de los diez distritos que ganó en las PASO (la Capital, Jujuy, Corrientes, Entre Ríos, Córdoba, Neuquén, Santa Cruz y Mendoza). Y logró dar vuelta los resultados de las primarias e imponerse como primera fuerza en Buenos Aires, Santa Fe, Salta, La Rioja y Chaco.

Sólo en San Luis, la dinastía de los Rodríguez Saá, que lleva 30 años en el poder, revirtió los resultados de las primarias y le arrebató la ilusión del oficialismo. El Frente Unidad Justicialista le sacaba casi 12 puntos a Cambiemos, que llevó como candidato al ex gobernador Claudio Poggi y que había dado la sorpresa en las PASO.

El kirchnerismo obtuvo 21,8% a nivel nacional y ganó en tres provincias: Tierra del Fuego, Río Negro y San Luis. El peronismo sumaba 14,9% y caía respecto de las PASO, al igual que el Frente Renovador que cosechó 5,8 por ciento. Esas tres fuerzas de extracción peronista obtenían así unos 45 puntos en todo el país, en un escenario de marcada polarización nacional.

La izquierda, en tanto, con 6,7 puntos se posicionó como la cuarta fuerza política a nivel nacional.

La alianza del Gobierno obtuvo victorias frente a los oficialismos provinciales en siete distritos. Ganó en cinco provincias gobernadas por el PJ (La Rioja, Chaco, Córdoba, Entre Ríos y Santa Cruz), al tiempo que triunfó sobre el partido gobernante en Santa Fe y Neuquén, provincias gestionadas por el socialismo y por el Movimiento Popular Neuquino (MPN), respectivamente.

En la Capital, la aliada del macrismo volvió a batir un récord: con el 50,9% de los votos, Elisa Carrió superó su marca de las PASO y cosechó una adhesión más alta que la que obtuvo Pro en todas las elecciones porteñas anteriores, a excepción de los ballottage.

La alianza que responde a Macri, como se dijo, creció en casi todo el país respecto de las PASO. Subió su piso en todos los distritos menos en La Pampa, Formosa y Santa Cruz. El lugar donde mostró el salto respecto de las primarias fue Jujuy: con el 51% de los votos, sacó 17 puntos más que en agosto. También mostró crecimientos pronunciados en La Rioja, Santa Fe y Santa Cruz.

Centro, Norte y Sur

Con la novedosa conquista de la provincia de Buenos Aires, Cambiemos consolidó su fuerza en el centro del país, a excepción de San Luis, donde los Rodríguez Saá retuvieron el poder, y de La Pampa, donde perdía por escaso margen.

Con las elecciones de ayer, en tanto, Córdoba se consolidó como el segundo bastión de Cambiemos a nivel nacional, detrás de la Capital. El 48% de los cordobeses le permitió al Gobierno ganarle al peronismo provincial (hoy encabezado por Juan Schiaretti), que controla la provincia desde hace 18 años.

Pero eso no fue todo para el Gobierno, que amplió su influencia en el litoral y en el norte del país. Se impuso por amplio margen en Entre Ríos y Corrientes, y logró un triunfo clave en Santa Fe. Allí, el inicio de la campaña planteó un escenario difícil, ante el kirchnerismo y el socialismo, la fuerza gobernante que debió conformarse con un magro tercer puesto.

Dos grandes novedades de la noche fueron Chaco y Salta. En el primer caso, la candidata del Gobierno Aída Ayala superó al peronismo por más de dos puntos. En territorio salteño, Cambiemos le sacó más de ocho puntos a los candidatos del gobernador Juan Manuel Urtubey, que aspira a constituirse como presidenciable de cara a 2017.

En Tucumán, Catamarca, Formosa, Misiones y San Juan, el peronismo se mostró fuerte y exhibió que sigue siendo un territorio esquivo para Macri. En esas provincias se impusieron los candidatos respaldados por los gobernadores. En La Rioja, en cambio, el candidato del macrismo, Gerardo Martínez, logró un batacazo histórico y le ganó al ex presidente Carlos Menem.

A diferencia de otros puntos del país, Cambiemos no logró ampliar su radio de influencia en la Patagonia. Con 28 puntos consolidó su influencia en Neuquén y dio otro batacazo en Santa Cruz. Allí, Eduardo Costa consiguió un triunfo simbólico en la cuna del kirchnerismo y dejó al desnudo el desencanto con la gestión de Alicia Kirchner.

Por el contrario, en las otras tres provincias patagónicas ganaban fuerzas opositoras. En Río Negro, el Frente para la Victoria se imponía por unos 17 puntos a Cambiemos. En Chubut, el vicegobernador de Mario Das Neves, Mariano Arcioni, se imponía con más de 33% y lograba revertir los resultados de las PASO. En unas elecciones parejas, en Tierra del Fuego, el kirchnerismo salía primero al cierre de esta edición, pero por un estrecho margen sobre Cambiemos. Quedó relegada a un tercer puesto la lista de la gobernadora Rosana Bertone.

Macri revalidó su adhesión en Jujuy, Corrientes y Mendoza, las tres provincias que administran gobernadores radicales de Cambiemos. Y volvió a encontrar su techo en la Capital, donde más de la mitad de los porteños renovó su apoyo.

Fuente: La Nación